10.2.13

Bilp y Theru_

Al despertar en Orid,, Rels se encontraba entre dos Zírkans,, seres diminutos, que podían ser de distintos colores los cuales cambian bajo condiciones,, se caracterizaban además por variar ampliamente el aspecto entre unos y otros, su aspecto no dependía de sus progenitores, sino del entorno en el cual se plantó su huevo_

El más grande era azul y alargado, sus ojos eran muy numerosos y formaban parte de sus extremidades, que a la vez utilizaba para ver, para tocar las cosas como si se tratasen de dedos e incluso para pensar,, ya que a su vez ésto era su cabeza,, colocándolas de cierta manera entre ellas podía canalizar la energía del entorno para diversos fines,, entre ellos para moldear su parte inferior,, esta adoptaba la forma que Bilp considerase oportuna en cada momento, ya sea para desplazarse, agarrarse, equilibrarse o incluso para ayudar a su amigo Theru. Éste era un poco más pequeño que Bilp, era amarillo y tenía una armadura de hojas muy resistentes que hacían entrever su inclinación hacia la acción,, de entre las hojas, al final de su columna vertebral salía una raíz a modo de cola, la cual enterraba cuando quería descansar, ya que ésta le proporcionaba un sensible sentido para seguir estando alerta mientras tanto_

Estaban hablando de los destrozos que un Zírkan gigante estaba ocasionando, cuando Rels les interrumpió:
-¿Quienes sois?¿Dónde está el viejo pelirrojo?
-Yo soy Theru, y este es mi amigo Bilp,, rojo nos dijo que cuidásemos de ti mientras él se ocupaba de otros asuntos.
-Lo que provocó que te desmayases solo fue el principio Rels, -le dijo Bilp- ahora que has abierto tu mente a ese mundo debes saber acerca de sus caprichos y como conseguir que se pongan de tu parte.

Rels los miró aún aturdido y desorientado, no dijo nada, como es normal cuándo las miradas hablan.
Theru le hizo un gesto que al instante comprendió, los tres salieron de aquella habitación y se dirigieron a la montaña.

Llegaron a un pequeño lago rodeado de vegetación excepto en una orilla donde la luz de Neila brillaba con suavidad, allí se sentaron allí para mostrarle a Rels lo que sería su primera lección.

Bilp movió sus extremidades al tiempo que su parte inferior comenzaba a alargarse mientras giraba para formar una columna en espiral, en la que se equilibraba para hablarle a Rels a la misma altura.

-Lo primero que debes comprender es la naturaleza física en la que te encuentras, sentir las vibraciones es una cosa, pero alterar las vibraciones naturales de un objeto y conseguir con eso cambiar sus propiedades, es algo muy diferente. ¿Le muestras a lo que me refiero?

Theru estaba con las piernas cruzadas en el aire, sostenido por su raíz clavada en el suelo,, se inclinó hacia atrás y cogió una pequeña piedra, la sostuvo entre sus manos un tiempo hasta que la tiró muy arriba, al ser tan pequeña pronto la perdieron de vista, pero en su caída apreciaron el sonido agudo que provocaba tal velocidad hasta que cayó en el lago,, el impacto fue descomunalmente grande para una piedrecita tan pequeña,, el agua salpicó tan alto como los árboles, el oleaje avivó aquel lago calmo desbordando las orillas mientras comenzaba a caer el agua salpicada.

-¿¡¿Qué?!? -gritó Rels asombrado-
-Lo que has visto se debe a dos fenómenos que se crean inseparablemente,, lo primero fue hacer que la piedra adoptase la ligereza pero sin desprenderse de la rigidez,, así consiguió que al lanzarla llegase tan alto,, al transcurrir cierto tiempo, las vibraciones inversas se manifestaron en la piedra lo que provocó que su peso aumentase mucho más del inicial,, esto es conocido como reacción y ésta con su debida práctica se puede controlar para que se manifieste en mayor o menor intensidad.
-Vale, ¿por dónde empiezo? -apresuró Rels entusiasmado-
-A algunos se le dan mejor ciertos elementos, puedes empezar probando con las piedras, el agua, el aire o el calor,, incluso el alma si lo crees oportuno, de todas formas, hagas lo que hagas ten en cuenta la reacción.

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