Tal como en las entradas de los motores magnéticos expongo una idea teórica, que creo que funcionaría, si no a la exactitud, con algunos detalles incorporados al proceder con la práctica, la cual no he probado.
Pues bien, fue hace unos días que tumbado en la cama pensando en dichos motores que ideé, me pregunté si todos tenían que ser circulares, o su movimiento consistir en una rotación,, así que me propuse imaginar otro tipo de movimiento, y casi al instante pensé en algo que subiera y bajase, o fuese hacia un lado y al otro.
Y claro, con mi afinidad hacia los imanes, ya que poseen una capacidad de transmitir fuerza inherente en ellos, fui uniendo piezas y acabé creando un boceto en papel de un mecanismo muy simple, que se compone de 3 imanes y unas pocas piezas para ayudarlos a moverse.
Soy consciente de que a veces me cuesta entenderme, aunque al final lo logro, o mas bien recuerdo la idea que tenía, pero supongo que para quién lo lea le supondrá un mayor esfuerzo,, así que en este caso intentaré ser muy ilustrativo para explicar el simple mecanismo de movimiento perpetuo.
El primer componente será un imán sobre un carril. Es decir, una superficie sobre la cual se pueda deslizar y no permita que la orientación cambie,, que el imán no se pueda girar.
El siguiente elemento a añadir será la palanca,, aunque no sé si ese es su nombre correcto. A lo que me refiero es a una pieza alargada y con un punto fijo. Al ser empujada un uno de sus extremos, el otro extremo experimentará un movimiento,, y dependiendo de lo largo que sea ese otro extremo (o lo descentrado que esté el eje) la fuerza y la velocidad variarán, suponiendo una fuerza de empuje inicial igual.
El siguiente paso será colocar 2 o 4 de estas palancas a los lados del imán anterior.
Luego se procederá a fijar dos imanes a unas piezas en la vertical de los mismos, y orientados de tal forma que se opongan a la polaridad del del centro, es decir, que se enfrenten las polaridades de igual signo.
Una vez llegado a este punto queda unir las piezas verticales de los imanes de los extremos con los extremos de las palancas,, pero me doy cuenta de que si se unen de manera fija no se moverán, pues las palancas poseen un movimiento circular y no lineal como es el caso de los imanes de los extremos (que también podrían estar sujetos mediante un carril, incluso en el mismo que el central), con lo cual se puede proceder a realizar esta unión por medio de algún tipo de cordel, cuerda o similar, con un punto de sujeción en cada una de ellas, quedando de la siguiente manera:
NOTA: la separación entre los imanes de los extremos con respecto al central debe ser suficiente como para que no se repelan al estar en esta posición, o al menos que su repulsión sea mínima.
Luego, de manera manual, se procede a hacer la primer y única interacción exterior, para así provocar el arranque, que consiste en mover el imán central hacia uno de los lados
Lo que ocasiona que se acerque el imán del extremo y se repelan, lo que provoca que el central se dirija hacia el otro lado y se realice el mismo encuentro de repulsión con el otro imán,, a esta fuerza se le suma la de las palancas, que al estar tirando de un imán que se está repeliendo tienden a girarse y empujar el imán central.
En principio pensé en colocarle unos muelles en las palancas para que volviesen a su estado inicial, pero ahora mismo, creo que se puede prescindir de ellos, aunque claro, no lo puse en práctica con lo cual no sé ni siquiera si esto funcionaría, se movería o quedaría estable en el centro.
Pero solo es eso, la idea, por si alguien quiere ponerla en práctica, si es así agradecería hacérmelo saber. Algún día espero ponerlo yo mismo en práctica...
No hay comentarios:
Publicar un comentario