Acabé haciendo un pequeño dibujo en un folio que ya comenzara a dibujar hace unos días, me gusta hacer líneas con curvas que a veces se bifurcan. otras se acaban uniendo y cosas así, y paso bastante tiempo repasando las líneas para que las curvas sean lo mas perfectas posibles. Me relaja, y después de todo, no siento que esté perdiendo el tiempo haciendo eso.
El otro día, antes de meterme en la cama me puse de pie delante del espejo y comencé a relajarme, uní las yemas de las puntas de los dedos para notar las pulsaciones pero no las sentía, fué bastante curioso porque no me daba encontrado el pulso ni en el cuello, así que me acosté e intenté provocarme un escalofrío como tantas veces hago concentrándome en un punto de la espalda que está por la mitad. Al principio no era capaz, pero luego comencé a provocarlos y por primera vez conseguí mantenerlo durante unos segundo, suficiente como para notar vibrar todo el cuerpo y la cabeza zumbaba de una manera que no sé como explicar. Luego de hacerlo unas cuantas veces me propuse quedarme a dormir boca arriba y totalmente estirado, posición con la cual desperté en medio de un sueño al amanecer.
Al final sin ganas de nada acabé escribiendo una entrada, y es que es como todo, los hay que empezar a hacer para que luego esté hecho. De no ser así, supuestamente el ahora perteneciera a otro universo paralelo en el que habría elegido otro zaku en lugar de ese. Tenemos una visión en tres dimensiones, y es muy limitada para comprender determinadas cosas que incluso damos por supuesto que son imposibles seguramente...
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