28.10.12

Desgana_

Hoy, sábado 27 de octubre del 2012, como cualquier otro sábado normal, la gente sale de sus casas para reunirse con otra gente que también sale de sus casas, pero yo, al contrario que mucha gente, hoy me quedo en casa. Y es que no me apetece, en realidad no sé que me apetece, estoy totalmente desganado como en tantos otros momentos anteriores estuve. Escribo esto a modo de introspección para intentar descubrir algo que me pueda sacar de este estado a uno más placentero. Y es que no encuentro nada que me motive, no continuo cosas que dejé a medias, mi mente está, en ciertos aspectos, sumisa, esclava  dormida, apagada y no paro de darle vueltas al motivo de eso. Recuerdo cuando el ordenador se me estropeó hace ya mucho tiempo, en esas dos o tres semanas que estuve sin él, me sentaba todos los días en el escritorio de mi habitación, abría una libreta y la llenaba de cosas nuevas. Luego de arreglarlo comencé a perder esa frecuencia con la que me ponía delante de una libreta a ver lo que surgía hasta que acabó por ser como es ahora. Y es que es muy fuerte, es mi adicción y mi perdición. Aunque claro, como todo también me acaba cansando, pero aquí es fácil abrir otra aplicación y seguir unas horas más mirando lo que pasa en la pantalla luminosa. En fin  que estoy harto, y no solo de esto, sino que es que hago esto porque no tengo ganas de hacer otra cosa, o puede que simplemente no tenga ganas de empezar a hacer algo, pero si comienzo luego todo fluye.

Acabé haciendo un pequeño dibujo en un folio que ya comenzara a dibujar hace unos días, me gusta hacer líneas con curvas que a veces se bifurcan. otras se acaban uniendo y cosas así, y paso bastante tiempo repasando las líneas para que las curvas sean lo mas perfectas posibles. Me relaja, y después de todo, no siento que esté perdiendo el tiempo haciendo eso.

El otro día, antes de meterme en la cama me puse de pie delante del espejo y comencé a relajarme, uní las yemas de las puntas de los dedos para notar las pulsaciones pero no las sentía, fué bastante curioso porque no me daba encontrado el pulso ni en el cuello, así que me acosté e intenté provocarme un escalofrío como tantas veces hago concentrándome en un punto de la espalda que está por la mitad. Al principio no era capaz, pero luego comencé a provocarlos y por primera vez conseguí mantenerlo durante unos segundo, suficiente como para notar vibrar todo el cuerpo y la cabeza zumbaba de una manera que no sé como explicar. Luego de hacerlo unas cuantas veces me propuse quedarme a dormir boca arriba y totalmente estirado, posición con la cual desperté en medio de un sueño al amanecer.

Al final sin ganas de nada acabé escribiendo una entrada, y es que es como todo, los hay que empezar a hacer para que luego esté hecho. De no ser así, supuestamente el ahora perteneciera a otro universo paralelo en el que habría elegido otro zaku en lugar de ese. Tenemos una visión en tres dimensiones, y es muy limitada para comprender determinadas cosas que incluso damos por supuesto que son imposibles seguramente...

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