5.3.13

Frutales_

Ynam estuvo una temporada recuperándose en la morada de Eyit, con él y su planta mascota aprendió a contener la infección de polen provocada por el embus, además le enseñaron los principios básicos del control vegetal y floral, las etapas vitales de las plantas y las interacciones con ellas.


Conoció el pasado que pocos conocían al leer los recuerdos que Neila dejó guardados en la memoria universal. Se hacía una idea de como llegó a ser todo como era, aunque los escuetos relatos solo contaban los grandes cambios que concernían a la estrella.

-Me dijeron que conoces a Meruyk -dijo Eyit- ,, aprendimos juntos del luchador rojo,, por aquella época le gustaba dar lecciones y enganchó a tres pardillos desprevenidos, su jugarreta hizo que nos comprometiésemos a seguirle durante un año,, algo difícil de calcular en el lugar a donde nos llevó,, que no era otra que tu superficie natal,, no es así Ynam?

-Un buen día aparecimos a las puertas de Meruyk sin recuerdos de nuestro pasado,, como bien dices, allí dentro los años no son fáciles de calcular,, aunque tiene su propio ciclo climático, cuándo el ciclo comienza de nuevo se cuenta como que pasó un año,, aunque no siempre coincide, pudiendo incluso alargarse varios de vuestros años,, es decir, un año contado por las estaciones irregulares de un lugar sin noche no sería igual a la cifra exacta de veces que vuestra estrella sale y se pone dando el relevo a la noche.


Observaron en silencio como el rojizo atardecer despedía al gigantesco bosque.


-Está relacionado con ella el viaje que habéis emprendido?

-Así es, ella nos habló de la tierra de los árboles frutales,, y esperábamos llegar al árbol de la vida para así sacarla de la prisión eterna en la que se encuentra.

-Ya veo, así que siguió insistiendo... De todas formas creo poder ayudarte, me parece recordar haber leído algo sobre eso... -empezó a rebuscar entre un montón de hojas- ¡Aquí está! Este es el manuscrito que recoge los cambios más significativos ocasionados a partir del comienzo de esta era.

Impaciente, Ynam se apresuró a hacerse con esa información dando un brinco desde la rama en la que estaba,, al impactar en el suelo asustó a la mascota y ésta instintivamente le disparó un dardo paralizante,, intentando defenderse de él, Ynam lo detuvo con su mano, al hacerlo sintió el extracto paralizante y lo contuvo como había aprendido a hacer con el polen de embus,, luego observó como la pequeña planta se arrepentía de lo que hizo sin intención,, le acarició las hojas mientras le quitaba importancia y se dirigió hacia el tan esperado manuscrito_

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